Un ilustre senador del Reino de España, viene a reflexionar sobre cómo va España aprovechando unas cifras que se le ha ocurrido comparar
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El Ministro Escrivá hablando de las pensiones
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El Rubius adulándose a si mismo y dando cuenta de su próxima acción vital: irse a dormir
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Note
El tuit indica que El Rubius ha recibido 10.3K "Me Gusta", cuando como se observa en la captura hecha por el senador, son 103,000.
El señor Muñoz Cuenca es obvio, como le ocurre a muchos políticos, ha perdido el contacto con la realidad. Por su foto de su perfil en Twitter es obvio que no es público objetivo de El Rubius. Pero claro, tampoco los que son público objetivo de El Rubius son público objetivo de el Ministro Escrivá y lo que venga a decir, y dónde lo diga, sobre las pensiones en España.
Lo incongruente es que alguien que está en el Senado, debería tener la sensibilidad mínima, por no decir "inteligencia", para darse cuenta de que los seguidores de El Rubius están en una etapa en la que les importa lo que les importa y seguro que entre los temas de importancia para ellos, no está el de (todavía) las pensiones.
Es lo normal. Los jóvenes quieren jugar, divertirse y pasarlo bien y no están para pensar en achaques, seguros médicos y seguridad después de los 65-67 años, porque para eso son jóvenes.
Curiósamene el Sr. Muñoz Cuenca intenta ser "guay" y se imbuye de ese atributo feminista de su partido, el PSOE para más señas, por el cuál uno en lugar de escribir con corrección, se esfuerza en destrozar el lenguaje (dejemos a un lado la cocordancia de "pueda" con "quieran" a un lado, le puede pasar a cualquiera, al igual que la ausencia de un "que" conjuntivo)
Visto lo visto, y con tal de conocernos mejor, me gustaría a todxs aquellxs quieran y pueda, enseñarles el Senado de España.
Siendo ya muchos los que se preguntan cuál es la utilidad del Senado y la de sus señorías los senadores, el ver cómo el Sr. Muñoz Cuenca no entiende a la gente, especialmente a los jóvenes, confunde la velocidad con el tocino y además destroza el lenguaje, puede que añada a unos cuántos ciudadanos más a la lista de los que piensan que no hay necesidad de mantener en servicio a una institución como la Cámara Alta.